La Guardia: “Somos un grupo que no necesita ensayar”
El grupo granadino, que el pasado jueves cerró su gira 2006 en Palma, anuncia nuevo disco de estudio para febrero.
La Guardia en Mallorca–¿Satisfechos del concierto del pasado jueves en Palma?
–Estuvo muy bien. Hacía unos veinte años que no tocábamos en Palma y fue muy bonito reencontrarse con nuestro público, que se entregó desde la primera canción. La sala (Costa Club) era pequeñita y se agradece el actuar con la gente a muy pocos centímetros de ti.
–¿La situación actual del grupo queda definida en el título de su próximo disco, ‘Sobre ruedas’?
–No (risas), el título es porque pasamos muchas horas en la carretera. Muchas de nuestras canciones nacen en las giras, en los hoteles, en la furgoneta, viajando...
–¿Se aprende más en la carretera que en los ensayos?
–La Guardia nunca ensaya. Las canciones ya nos las sabemos y nos gusta dejar margen para la improvisación. En los ochenta hicimos sesiones maratonianas de ensayos. Las canciones nuevas las preparamos en casa, por separado, y luego las estrenamos en las pruebas de sonido. Ahí es cuando decidimos el repertorio. Cada concierto es como un ensayo.
–Tras la separación del grupo, en 1997, se embarcaron en otras aventuras musicales, como Chamaco. ¿Qué aprendieron de esa experiencia?
–Con Chamaco tocamos canciones que no tenían sentido en La Guardia. Nos movíamos en una onda más abierta, más latina. El grupo funcionó durante tres años y puedo asegurar que fue una de las etapas más creativas de mi vida (recuerda Manuel España). Aprendí a que no hay que cortarse a la hora de componer.
–¿Cuentan con el apoyo de una gran compañía?
–Funcionamos con el boca a boca.No hay compañía grande detrás y eso es un inconveniente. Si la hubiera, el disco sonaría con más fuerza. La gente compra sólo lo que oye. Hemos vuelto al nivel independiente, pero el nombre de La Guardia es una garantía.
–¿Qué encontraremos en ‘Sobre ruedas’?
–Doce canciones, todas nuevas. Habríamos metido más, pero el productor no nos ha dejado. Son temas que suenan sencillos y agradables. Tienen mucho del country y de los sonidos de la costa oeste de Estados Unidos, de California. En el disco han colaborado Jaime Urrutia y Johnny Cifuentes de Burning. También hemos introducido instrumentos poco habituales en nuestro cancionero, como el pedal steel, el violín o el banjo. Podemos asegurar que es el disco que siempre habíamos querido hacer. Es como el Vámonos de 1988, pero actualizado.
–¿Que sigue intacto en el grupo después de dos décadas?
–La ilusión, la actitud y los malos hábitos. Somos como una pequeña familia, siempre en ruta.
–¿Les molesta que les llame ‘hijos de la movida’?
–No, porque la movida nos salpicó. La Guardia surgió de la segunda hornada, con grupos como Duncan Dhu, La Trampa o El Norte. Desde entonces no hemos dejado de ir probando, primero con el tecno y las influencias mod, luego con sonidos más fronterizos, blues y jazz, y ahora con la música vaquera.
–¿Qué hace que canciones como ‘Cuando brille el sol’ queden inmortales?
–Las buenas canciones siempre tienen grandes melodías, que son accesibles, letras directas y son fáciles de memorizar. Un tema bueno, como el Let it be de los Beatles, te gusta sólo con una guitarra, sin nada más, sin arreglos. Eso le pasa sólo a las grandes canciones.
