
El líder de la banda granadina La Guardia sigue con la misma energía y el mismo sentimiento roquero que en sus años de juventud. A sus «cuarenta tacos», Manolo España no echa en absoluto de menos sus éxitos de los ochenta y está deseando llegar a Granada, su ciudad natal, para presentar su séptimo disco ‘Sobre ruedas’.
–Ya han presentado el disco en Madrid y Barcelona, ¿para cuándo Granada?
–Granada lo dejamos para el final, porque es el sitio más importante. En Granada jugamos en casa y tocamos en frente de nuestra familia y nuestros amigos. Nos gusta llegar rodados, para que la gente pueda cantar las canciones. Yo creo que llegaremos a mitad de verano, cuando las letras ya estén sonando por la radio y el disco esté en todas las tiendas.
–¿En qué escenario de la ciudad les gustaría celebrar este ansiado momento?
–Sala Príncipe,Mae West... No sé cualquier sitio bonito y con ambiente.
–¿Echan de menos la década de los ochenta?
–Yo no soy muy nostálgico. Personalmente creo que ahora estoy mejor que entonces y artísticamente también. Ahora nos lo tomamos todo con más calma. Antes éramos muy jovencitos y no teníamos tiempo para asimilar las cosas. Ahora llevamos una época más tranquila, más ‘underground’.
–¿En este tiempo de silencio a qué se han dedicado?
–En este tiempo, sólo me he dedicado a hacer música, que es lo único que sé hacer. He estado trabajando de buzonero y en un supermercado, pero no puedo dejar la música. Sólo pienso en claves musicales. Pienso en clave de sol.
–¿Sigue residiendo en Granada?
–Sí, estoy siempre entre Granada y Madrid. Ya me conocen en el aeropuerto, pero es que nací en el Albaicín y no puedo dejar Granada.
Necesito el sol del Albaicín para componer. Soy muy diurno, a diferencia de otros roqueros y me gusta el sol y la gente de Granada.
No es cierto lo de la mala follá. A mí me encanta la gente de aquí.
Ahora en ‘Arrayán’.
–¿Y son profetas en su tierra o se les reconoce más fuera?
–Últimamente se nos está reconociendo bastante nuestro trabaja en Granada. Son gente que ha evolucionado y crecido con nosotros. Están hartos de verme en el súper y ahora también en televisión en la serie ‘Arrayán’. Fuimos para hacer un capítulo y llevamos cuatro o cinco.
–¿Qué tal la experiencia de la tele?
–Yo le tenía un poco de miedo, porque lo mío es subirme a un escenario y tocar la guitarra. Pero al final muy bien, el equipo de la serie es excelente y apoya mucho a los músicos. Y tuve la oportunidad de pedir a la gente que respetara la música y no se la bajara por Internet.
–En ‘Arrayán’ trabaja de guionista Tacho González batería de 091, ¿qué tal con él?
–Pregunté por él cuando llegamos, pero ya no estaba allí.
–El problema de Internet no lo conocían en la década de los ochenta...
–No, la informática tiene cosas buenas, como que los artistas puedan montar un estudio virtual en casa y ahorrarse el dinero y el tiempo de desplazarse, pero también cosas malas, como lo de bajarse la música, que está haciendo que desaparezcan muchas compañías discográficas y que no puedan surgir nuevos
grupos.
–¿Propone alguna solución?
–Tocar en directo. Nosotros tenemos suerte porque tocamos hasta sin disco, el año pasado dimos 52 conciertos, así que éste que presentamos nuevo álbum esperamos que nos vaya aún mejor.
–¿Cree que tienen gancho entre las nuevas generaciones o sus fans son los de siempre?
–Tenemos de los dos. Los jovencitos son los que dan más caña en primera fila, pero hay de todo. Lo bueno es sentir que la música no tiene fecha de caducidad y que es atemporal.
–¿Cómo resolvieron la polémica del nombre del grupo?
–Quedó como tenía que quedar. El nombre es nuestro.
–¿Escucha los nuevos grupos de la ciudad?
–Sí, soy un apasionado de la música. Los escucho aunque no tengo mucho trato con ellos, porque ya con mis dos hijas no salgo mucho de noche y llevo una vida más tranquila. Pero me gusta mucho Guerrero García.
–Uno de los temas de su último disco que está sonando fuerte es ‘Un día redondo’. ¿Qué es para usted un día así?
–Que no te caiga un piano encima y llevarte a la rubia a un motel (ja, ja, ja) como en el anuncio...
No, lo que intento transmitir con la canción es que un día redondo es un estado de ánimo con el que te levantas, es adoptar una postura positiva ante la vida desde por la mañana.
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